No podemos dar la espalda al avance tecnológico de la comunicación, a la implantación de las nuevas tecnologías de la comunicación en nuestras vidas… pero tal avance ocurre tan rápido que creo que no somos capaces de asimilarlo, simplemente nos dejamos llevar sin pensar en las consecuencias.
De camino al instituto o de camino a cualquier parte me
encuentro personas, principalmente jóvenes, que van andando y a la vez
escribiendo en el móvil o mirando cosas en el móvil como si todo lo que estuviera alrededor no existiera.
En ocasiones, nos
encontramos varios amigos juntos
físicamente entre los cuales se producen momentos de silencio porque estamos
wasapeando con otras personas, o bien no tenemos tema de conversación si no es
mostrando algún vídeo, alguna fotografía o algún mensaje que otro me ha enviado
a mi móvil. Creo que esto se llama adición.
¿Dónde está el calor humano de un móvil o de un ordenador?
Necesitamos estar en contacto físico con otras personas, de vez en cuando un
abrazo, una palmadita de verdad en la espalda, un beso, llorar o reír con otros…
Por otra parte, el aspecto positivo de todo esto, la rapidez con la que nos llega o nos puede
llegar la información, el acceso a todo tipo
de cuestiones, la comunicación con personas en cualquier parte del mundo …
hasta hace muy poco era impensable, incluso cuando empezó a difundirse nos
parecía como sacado de un película de ciencia ficción.
Para que el ser humano se desarrolle como tal, necesita un
equilibrio en todos los aspectos que le
rodean.
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